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Lucifer, el terrible
Empecemos por la estrella más brillante del firmamento, el planeta, llamado Venus se encuentra más cerca del Sol que nuestra Tierra, por lo tanto, si se le mira desde la Tierra siempre estará orientado hacia el Sol. Aparece antes que salga el Sol, más conocido como Lucero del Alba o durante la puesta de sol, Lucero de la Tarde. Venus es muy fácil de ubicar por ser tan brillante y por su proximidad al Sol saliente o poniente.
El año venusiano equivale a 225 días terrestres. La órbita de Venus gira alrededor del Sol, y la órbita de la Tierra gira en la misma dirección, por lo tanto, el periodo que demora Venus en dar la vuelta al Sol, visto desde la Tierra, parece mucho más largo: 584 días. El término astronómico que se da a este periodo es el periodo sinódico .
Venus aparece frente al Sol durante aproximadamente 8 meses de su periodo sinódico, es decir, al oeste del Sol. Aparece como Lucero del Alba, por un periodo máximo de tres horas antes que salga el Sol. Cuando Venus se traslada detrás del Sol, un estado que los astrónomos llaman “conjunción superior”, desaparece durante un periodo aproximado de tres meses. Luego reaparece al este del Sol, y se convierte en el Lucero de la Tarde durante 8 meses. Cuando Venus pasa por delante del Sol, en la conjunción inferior, desaparece solamente durante más o menos una semana.
Por supuesto que el nombre fue dado al planeta en honor a la diosa romana del amor y la belleza, Venus. La relación entre la estrella y la diosa no es una tradición exclusiva de los romanos. Los romanos aparentemente se robaron la idea de los griegos quienes asociaban la estrella con su diosa del amor, Afrodita. Los griegos probablemente tomaron la idea del culto babilónico de Ishtar.
Ishtar era una diosa complicada, representaba al amor, al deseo, la fertilidad, la pasión y la guerra. Los babilónicos la llamaban Dama del Cielo, y consideraban que el Lucero de la Tarde era suyo.
Los primeros astrónomos no sabían que el Lucero del Alba y el Lucero de la Tarde eran un mismo objeto. Según algunas fuentes, el filósofo griego Pitágoras (572-492?) fue el primero en descubrir este hecho. De acuerdo a otras fuentes, fue Parménides (¿500-450?) el que hizo este descubrimiento. En todo caso, el hecho no se supo hasta por lo menos el siglo V (A.C).
No obstante, los griegos tenían dos nombres distintos para los luceros de la mañana y de la tarde, al Lucero de la Tarde lo llamaban Hesperos, que se deriva de raíces Indo-europeas que significa oeste. Al Lucero de la Mañana lo llamaban Phosphoros, que significa “El que trae la luz”, o Eosphoros, “El que trae el amanecer”. (Cabe resaltar que las formas latinizadas de estos nombres terminan -us en lugar de -os.) El que trae la luz o El que trae el amanecer son nombres lógicos porque el Lucero de la Mañana aparece poco tiempo después que sale el Sol, a manera de heraldo.
Los romanos también tenían dos nombres para la estrella: al Lucero de la Tarde lo llamaban Vesper, o Noctifer (el que trae la noche) y al Lucero de la Mañana lo llamaban Lucifer (el que trae la luz, del latín: lucius ferre).
Ahora sabemos que al Lucero de la Mañana los romanos lo llamaban Lucifer, pero lo que no sabemos es porqué la llamada diosa del amor y la belleza, Venus estaba asociada a la idea cristiana del diablo, a quién también llaman Lucifer. Hace muy poco tiempo, los científicos han descubierto que la temperatura de la superficie de Venus es infernal, 480 grados Celsius, pero obviamente los antiguos habitantes no podrían haber sabido esto. Claro, ahí podría vivir “El Diablo” clásico de Fausto, que es lo que actualmente mucha pobre gente cree.
Otra cosa interesante es como los antiguos asociaron el pentagrama como símbolo de la Diosa. Como pueden apreciar en la figura abajo, cada 8 años, Venus y la tierra se alinean con el Sol 5 veces, creando una forma de pentagrama, y regresa a punto inicial cada 40 años.
El numero 40, también tiene un gran significado bíblico. Usen un buscador en-línea en cualquier Web site que tenga La Biblia en versión Internet (electrónica) y verán que el numero 40 se encuentra mas de 100 veces en el texto sagrado (antiguo y nuevo). Además en la Biblia múltiplos de 40 son importantes como 12 veces 40, el numero 480 y 3 veces 480, el numero 1440. El Templo de Salomón se comenzó a construir 1440 años después del Diluvio, Jesucristo nació 1,440 años después que Moisés condujo a los israelitas hacia la libertad - o también, Jesucristo nació 960 (2 veces 480) años después que se comenzó el Templo de Salomón. Curiosamente el inicio de cada uno de estos periodos se ve marcado por un fenómeno mayor, el Sagrado Shekinah, el cual lo conocemos como la estrella de Belén, que es cuando Venus en conjugación con Mercurio, producen un efecto de mayor brillo, inicialmente rojizo para después verse como una centellante estrella.
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