Un país sin estudios es un país de ignorantes.
Un país sin sanidad es un país enfermo.
Y un país que rescata a los bancos será siempre un país esclavo.
Han llegado a mis ojos estas tres frases, coherentes y llenas de sentido común.
Con lo cual he llegado a la siguiente conclusión:
Todo ello es igual a país muerto.
Agónico está el país, pero y nosotros ¿también lo estamos? ¿Vamos a dejarlo morir? ¿Vamos a expirar sin más?
Mmmmmm. Somos mucho más que todo lo que nos echan encima. La vida está por encima de todo. Vivamos pues.
Abrazos,
Núria