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Volvió a ver a su amiga Flora Tristán, que moriría poco tiempo después en Lyon. Dudó mucho tiempo antes de publicar el manuscrito integral de Flora Tristán, pensando que se lo tendría a él como responsable, y abandonó finalmente el proyecto editando solamente el primer manuscrito bajo el título L'Émancipation de la femme ou le Testament de la paria. En otoño de 1844, Mme Legrand le pidió venir a Guitrancourt para completar la educación de sus hijos. Permaneció allí un año, volviendo después a París y publicando su manifiesto pacífico, inspirado por Silvio Pellico, La Fête-Dieu ou le Triomphe de la paix religieuse (1845).

 

Las ideas utópicas y humanitarias del tiempo le absorbieron totalmente. Especialmente dos movimientos suscitaron en él profundas y largas meditaciones: el Saint-Simonismo y el Fourierismo.

 

« La escuela Saint-Simoniana, a pesar de sus estimables cualidades, me ha inspirado siempre una viva repulsión. Tienen todo de la verdadera religión, excepto el espíritu de piedad; su mujer libre me horroriza y no pueden comprender la caridad puesto que no reconocen el amor. Son fríos como el industrialismo, cortantes, déspotas y calculadores. Me enfado cuando los veo tocar tan cerca nuestras grandes verdades que su sequía de corazón compromete y profana. Enfantin tiene ciertamenta puntos de vista remarcables pero está lleno de egoísmo y de fatuidad. » (Correspondencia con el barón Spedalieri)

 

« Fourier ha vuelto al sistema de Swedenborg, para crear sobre la Tierra el paraíso de las atracciones proporcionales a los destinos. Por atracciones entendía las pasiones sensuales a las que prometía un expansión integral y absoluta. Dios, que es la razón suprema, marcó con un sello terrible estas doctrinas reprobables: los discípulos de Fourier empezaron por el absurdo, y acabarán por la locura. » (Histoire de la magie, p. 470)

 

En 1845, en Le Livre des larmes, desarrolló por vez primera nociones esotéricas. Durante este periodo compuso también canciones e ilustró dos obras de Alejandro Dumas: Louis XIV et son siècle y El Conde de Monte-Cristo. Adèle Allenbach, que se había convertido en actriz, le visitaba a menudo. Siempre conservó la misma admiración por su pequeño padre, a tal punto que a su muerte acompañó el ataúd hasta su última morada.

 

Constant vivió algún tiempo en Chantilly, fijando luego su residencia en el número 10 de la rue Saint-Lazare de París. Se hizo amigo de Charles Fauvety y ambos fundaron en 1845 la revista mensual La Vérité sur toutes choses, que sólo se editó durante 4 meses.

 

Desde su vuelta de Évreux, viajaba frecuentemente a Choisy-le-Roy donde había reencontrado en 1843 a la señorita Eugénie Chenevier, suplente en la Institution Chandeau. Entre las internas de la institución estaba la joven Marie-Noémi Cadiot, que se había hecho amiga de Eugénie. Cuando ambas jóvenes salían los domingos, Constant solía acompañarlas, y los tres disfrutaban de buenos momentos.

 

Eugénie Chenevier aceptó ser su mujer delante de Dios. Confiada en el porvenir, ya se había entregado a él y esperaba un niño. Este hijo, Xavier Henri Alphonse Chenevier, que nació el 29 de septiembre de 1846, y vivió hasta 1916, tuvo un hijo, Pierre (por la línea de Eugénie, la descendencia de Eliphas Lévi representa en la actualidad más de 40 personas, en la sexta generación).

 

Pero Marie-Noémi Cadiot cayó enamorada. Después de haber mantenido una apasionada correspondencia con A. Constant, un buen día se escapó de casa de sus padres para ir a refugiarse en la buhardilla de él. Su padre exigió entonces el matrimonio, bajo la amenaza de una acusación de corrupción de menores, ya que la joven muchacha tenía entonces 18 años. Constant tuvo que resignarse.

 

La ceremonia civil tuvo lugar el 13 de julio de 1846 en el ayuntamiento del distrito X. La familia Cadiot no quiso dar la dote a Noémi, y los dos esposos estaban tan privados de recursos que cocinaron su comida en el Pont Neuf con patatas fritas compradas con algunas pocas monedas.

 

Desde el escándalo de la Biblia de la libertad (1841), se impedía a A. Constant expresar su pensamiento rechazando la inserción de sus artículos en los periódicos. Presionado por Noémi, se introdujo en el mundo de la política. Colaboró en particular en La Démocratie pacifique, y escribió un virulento panfleto, La Voix de la famine. El 3 de febrero de 1847 se le condena a un año de prisión y 1000 francos de multa. Su mujer pide gracia para ella y para el niño que lleva ante los ministerios y obtiene finalmente su liberación al cabo de 6 meses. Mme. Constant pare en septiembre de 1847 a una hija, Marie. La pequeña Marie murió en 1854 a la edad de 7 años, para desesperación de A.Constant, que la adoraba.

 

La revolución de febrero de 1848 le dio mayor libertad y empezó a dirigir una revista de izquierdas, le Tribun du peuple, que sólo tuvo cuatro números, del 16 al 30 de marzo de 1848. Fundó a continuación con sus amigos Esquiros y Le Gallois un club político, el Club de la montagne, integrado principalmente por trabajadores. Llegaron las jornadas de junio, insurrección de las clases trabajadoras incitada por reacción para derrocar la República naciente.

 

El 23 de junio de 1848 estuvo a punto de ser fatal para A. Constant: se fusiló, creyéndole implicado, a un comerciante de vino que se le parecía en el cruce entre la rue Saint-Martin y la rue d'Arcis. El día 24, Monseñor Affre, queriendo apaciguar a los insurrectos, recibió una bala y murió tres días más tarde. A. Constant deseaba representar al pueblo en la Asamblea Nacional, pero su tentativa fracasó. En cambio, su amigo Esquiros fue elegido el 13 de mayo de 1849, y los dos hombres ya no se frecuentaron más. Le Testament de la liberté (1848), que resume sus ideas políticas, será su última obra del género.